viernes, 1 de marzo de 2013

Capítulo 14. Especial vacaciones Niall y Larisa.


*Punto de vista de Niall*

Me desperté por un sonido que había golpeado mi ventana. No le di importancia, solo prestaba atención a quien tenía al lado mío. A la persona a la que amo y nunca dejare de hacerlo. La miraba, es preciosa. Esa sonrisa, esos ojos, esas pestañas, ese pelo, esos labios que nunca me cansare de saborearlos… Otro sonido golpeo mi ventana. Esta vez me levanté para ver qué pasaba.
-Hola guapo. ¿Quedamos esta noche?- Ya había aparecido la arpía de Sarah al abrir la ventana.
-Sarah, déjame en paz, por favor. ¿Qué te he hecho yo a ti?- Pregunte sin ganas de pelea.
-Larisa.-Dijo ella.
-¿Qué pasa con ella? Ni te acerques arpía.-La amenace.
-¿Por qué estas con esa? Ese feto. Tú te mereces algo mejor.- Decía señalándose a ella.- Venga Niall, no te resistas.- Dijo con una mirada desafiante. Cerré rápidamente la ventana y pase las cortinas al darme cuenta de que Larisa se había levantado.
-Buenos días, ¿Con quién hablabas?-Decía ella bostezando.
-Bu-buenos días princesa, co-con na-nadie… Ven, hoy te preparo yo el desayuno.-Dije mientras la llevaba de la espalda a la cocina cambiando de tema. Ya no había nadie en casa, ya que se habían marchado todos de vacaciones.
-Vale…-Dijo ella sorprendida. Empecé a hacer dos chocolates calientes más una docena de churros. De repente sonó el timbre.
-Ya voy yo!- Dije parando a Larisa, pensando que en la puerta estaría Sarah.
-Vale…-Dijo otra vez sorprendida.

-Hola Niall…-Dijo otra vez la arpía acariciándome el pecho. Yo me alejé de ella.
-¿Qué quieres?-Pregunte sin ganas.
-Que seas mío.-Dijo y yo intente cerrar la puerta, pero ella puso el pie.
-Vete, por favor.-Dije.
-Hasta que no tenga lo que quiero no me voy.-Abrió la puerta. Tenía miedo, ya que soy fácil de controlar. Se acerco poniendo sus brazos alrededor de mi cuello. Se iba acercando poco a poco a mí.
-Niall, ¿Quién es?-Preguntaba Larisa desde la cocina. Entonces me entro el valor y la empujé, cerrando la puerta en su cara.
-No, nadie, los de la propaganda…-Dije entrando a la cocina.
-Niall, ¿Estás bien? Estás raro. Y un poco pálido.-Dijo ella agarrándome con sus manos de mi mentón.
- No me pasa nada princesa.- Le di un pequeño beso para que se despreocupe.

*Larisa*
Niall está un poco raro desde que se ha despertado. No lo entiendo. Esta alterado.
-No me pasa nada princesa.- Me dio un pequeño beso. Me despreocupé un poco. El termino de preparar mi desayuno favorito: Chocolate caliente con churros.
- Espera, no comas, vamos a jugar a un juego.- Dijo mientras se iba al salón.
-¿Jugar? ¿A qué?- Pregunté.
-Sorpresa.-Vino el con un libro y un pañuelo.- Mira ven, levántate.-Me levanté para ver que hace. Me puso el pañuelo alrededor de los ojos y el libro en la cabeza.- Mira tienes que hacer que el libro no se caiga.
-Niall, estás loco.-Dije riéndome.
-Empecemos…-Dijo. Empecé a oler a chocolate. Sentí como me hizo una ralla de chocolate con el churro por la mejilla. El empezó a quitármelo a pequeños besos. Me estremecí, ya que me gustaba. Luego lo hizo en la otra mejilla. Yo no decía nada, solamente sonreía. –¿Te gusta?- Dijo dándome un pequeño beso.
- Puede…- El empezó a hacer otra ralla de chocolate por mi cuello. Me cogió un escalofrío al sentir sus labios recorriendo mi cuello a pequeños besos. La verdad, me gustaba. De repente, puso chocolate por la comisura de mis labios. Sentí como mordió con suavidad mi labio superior. Me estremecí tanto, que mis rodillas se debilitaron y el libro cayó.
-Oh, has perdido.- Dijo el quitándome el pañuelo.
-Te toca a ti.- Dije poniéndole el pañuelo. Yo empecé poniéndole por el cuello. Iba poco a poco, pasando mis labios por alrededor de su cuello. Iba poniéndole por el pecho ya que no llevaba camiseta, y noté como se estremeció, pero el libro no cayó. Iba bajando por su abdomen dándole pequeños besitos. Después subí a su boca. Lo bese con ganas. Algo me recorrió todo el cuerpo. De repente el libro cayó.
-Te ha tocado perder a ti.- Dije. El no dijo nada, solo me agarro por la cintura y empezó a besarme apasionadamente.

Le quite el pañuelo y lo rodeé con las rodillas alrededor de su cintura. Nos besábamos hasta quedarnos sin aire. Iba acariciando su nuca poco a poco mientras él me acariciaba la espalda. Subimos a la habitación sin dejar de darnos besos. No podía parar, no podía dejar de saborear esos labios. Nos tiramos encima de la cama, el quedando encima de mí. De un impulso me quite la camiseta. El se me quedo mirando con ojos desafiantes, a lo cual yo me tire encima de él y empezamos otra vez a besarnos con mucha más pasión.
-¿Segura?-Pregunto el muy serio. Yo solo asentí segura. Bueno, puede que un poco insegura, pero Niall me hace olvidar eso. Me dio un beso, y me miro otra vez a los ojos. Yo asentí otra vez y seguimos besándonos. Cuando me di cuenta, ya estábamos desnudos, uno pegado al otro, sin dejar de saborearnos los labios. Sentí como algo, lo cual hizo que pegara un pequeño grito. El me miro a los ojos y me sonrió. Ya estaba segura de mi misma. El siguió. Sentí dolor a lo cual al estar agarrada a la espalda de Niall lo arañe. El solo hizo una cara extraña.
-Lo-lo siento…-Dije con el aire que me quedaba. El solo me beso y sonrió.

**********
Me desperté y mire el reloj. Eran las 17:35. Ya era por la tarde. Niall no estaba en la cama. Me mire estaba desnuda después de ese momento. Me terminó gustando. Me levante con una sabana alrededor mío  y me fui a la cocina, donde estaba Niall.
-Hola princesa. Es verdad que el sexo da hambre.- Dijo comiéndose un plato de espaguetis. Yo me reí.
-Lo que pasa es que tú tienes hambre siempre. Me voy a vestir.-Estaba caminando por el pasillo y una mano me agarró.
-Gracias.-Dijo mientras me cogía de la cintura acercándome a él.
-¿Gracias? ¿Por qué? ¿Has visto tu espalda?- Dije mientras le daba un pequeño beso.
-No estabas obligada a perderla conmigo, pero lo hiciste y me pone feliz.-Dijo guiñándome el ojo.

*Al día siguiente*
Era un bonito día de jueves. Me despertaba feliz, pero Niall otra vez no estaba en la cama. Me levanté y me fui al baño. Me lave la cara y me hice una coleta. Al salir vi una sobre verde encima de la cama. Me sorprendí y lo abrí.

“Buenos días princesa! Hoy vamos a jugar a un juego, ¿Vale? ME TIENES QUE ENCONTRAR. Te advierto que será difícil. Si quieres te puedes rendir.

Las normas son:
1º No utilizar el móvil.
2º No usar chantajes. (Que si no pierdo yo.)
3º Si empiezas el juego lo tienes que terminar.
4º Las normas son tan aburridas que las tienes que cumplir.

Bueno, PRIMERA PISTA:
¿Dónde estoy yo siempre? ¿Qué me gusta?”

Aíns, que mono. ¿Dónde está el siempre? ¿El que le gusta? El está siempre en la cocina, y ahora que recuerdo ayer hice un pastel de chocolate. Primero me vestí, con un vestido y unas chanclas. Fui corriendo a la cocina, pero no había nadie. Mire la nevera. Había un sobre azul encima de mi pastel, que ya se habían comido un trozo.

“Has tardado en vestirte eh! Te conozco muy bien señorita Stevens! Bueno que sepas que el pastel delicioso, como siempre y que, ¡NO ESTOY EN LA COCINA! Muajajajajajaj…

Bueno, SEGUNDA PISTA:
Estoy en un lugar que huele muy bien. Donde a mí me encanta tocar la guitarra.”

A Niall le encanta tocar la guitarra en el jardín mientras mira la luna! Voy corriendo al jardín y ahí encima de la hamaca esta su guitarra con un sobre rosa pegado.

“Que rápido! Por poco me pillas. Qué bien me conoces eh! Bueno, pues como veras, aquí tampoco estoy. Jajajajaja.

TERCERA PISTA:
Bueno, esta vez vas a tener que coger el coche y perder el miedo del accidente… ¡TU PUEDES PRINCESA!
Estoy en el lugar donde te encanta perder el tiempo… ¿Qué lugar será?”

El supermercado. Si me gusta comprar, pero no sé, es que cuando veo ahí la ropa que grita que la compré. Vale puede que sea una compradora compulsiva, pero siempre con mi dinero. No aguanto comprarme ropa con el dinero de otra persona. Cojo las llaves y me subo al coche. Me quedo sentada mirando hacia delante y vi una nota, en la que ponía “TU PUEDES PRINCESA!”. Sonreí al verla, pero aun me daba un poco de miedo, pues no había vuelto a conducir desde el accidente, que era medio año. Me arme de valor y encendí el motor. Empecé a conducir y me sentí bien conmigo misma.
Llegue al supermercado y nada más abrir la puerta vi un grupo de chicas gritando, seguramente por haber visto a Niall. Me acerqué corriendo, con la esperanza de encontrarle. Anduve por todas esas chicas, pero no había nadie en medio.
-Hola! Tú debes ser Larisa, la novia de Niall Horan ¿No?- Dijo, a lo que yo asentí. -Toma. -Me entregó un sobre amarillo. – Eres muy afortunada eh!- Dijo y se fue con una sonrisa. “Soy demasiado afortunada por tenerle.” Pensé. Abrí el sobre.

“Hola princesa! Pues no, no estaba en ese grupo de chicas. Si son fans, a las que les pedí un favor. Son las mejores fans! Las amo! No te pongas celosa eh. Te adoro.

CUARTA PISTA:
Bueno, me encanta el café de allí.

Empecé a correr al Starbucks. Al entre mire a todo mi alrededor pero no lo encontraba. Mire a la chica del mostrador y ella me señaló una puerta. Corrí y la abrí. Era la puerta trasera. A lo lejos en una señal vi un sobre rojo pegado, seguramente de Niall. Fui corriendo y la abrí.

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Mire a esa dirección y había un parque. Corrí, aunque ya estaba cansada. Había un parque de hierba verde y en medio una mesa con un mantel blanco y rojo a cuadros. Me acerque y vi que había un sobre blanco encima de la mesa. Lo abrí.

“Hola princesa! Como verás no estoy, pero estaré. Ponte esa venda de la mesa y espera.

                                                             Tu y yo hasta el infinito y más allá.”

Me puse la venda y esperé a que llegase. De repente unos labios se posaron sobre los míos.
-Hola princesa.-Dijo él.- Aún no te saques la venda.- Empecé a oír muchos ruidos.- Ya puedes.- Me saqué la venda y vi la mesa llena de comida, a Niall enfrente mío sentado y un violinista a un lado.
-N-Niall, n-o debías haber hecho todo esto.-Me levante rápido y lo abracé.
-Por ti hago de todo princesa, porque hoy cumplimos medio año juntos.- Se levantó mientras sacaba una pequeña cadena de el bolsillo. Cogió mi muñeca y me la puso. Era una cadena plateada con una estrella en la que por detrás estaba grabado “14/11/12 Te amo princesa.” Al verlo me levante y salte a sus brazos. Ese sentimiento que tengo hacia el volvió otra vez, haciendo que toda esa jaula de mariposas quisieran salir de mi estomago. Sé que es el. El amor de mi vida.

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